El otro día vi en la frutería que había boniatos y en seguida me acordé de la Navidad y de unos dulces rellenos de boniato que se llamaban "orejas de fraile" por la forma que tenían. Yo los he hecho con formas circulares. Animaos a hacerlos, son muy fáciles y rápidos de hornear y además con el olor del anís vuestra casa empezará a oler a Navidad.
INGREDIENTES:
Para la masa:
250 dl de anís dulce o anís paloma
225 dl de aceite frito y frío
Harina de trigo (la que admita)
250 de azúcar
Azúcar glas para espolvorear
Una pizca de sal
Para la confitura de boniato:
Un vaso de agua
medio kilo de boniatos.
La ralladura de 1 limón
un vaso de azúcar más o menos (según lo dulce que os guste)
canela en rama
PREPARACIÓN:
Preparamos primero la compota ya que es mejor trabajarla fría. Podemos hacerla el día anterior y conservarla en el frigorífico.
1º En una olla rápida ponemos a hervir los boniatos ya pelados con el agua, el azúcar, el limón y la canela. Los sacamos de la olla y los trituramos.
Su textura es pastosa, no demasiado líquida. Lo dejamos que enfríe a temperatura ambiente.
Entretanto, en un recipiente amplio, pondremos todos los ingredientes para preparar la masa:
Echamos el anís, el aceite y el azúcar
A continuación, vamos añadiendo poco a poco la harina y removiendo con unas varillas. Yo he pesado la cantidad de harina y he utilizado unos 500 gramos.
Cuando adquiera ya la consistencia que veis en la foto, la reserváis en el cuenco y dejáis reposar una media hora.
Un modo fácil de ver el punto de la masa es coger un pedacito e intentar hacer una bolita con los dedos, si no se os pega la masa, tiene la textura ideal.
Elaboramos los pastelitos. Para ello, tendremos recortados círculos de masa donde pondremos en el centro bolitas de compota de boniato.
Hornear a 150º grados unos 20 minutos. No esperéis que la masa se dore porque es blanca y pueden endurecerse.
Por último rebozar los pastelitos en azúcar glass.
