Hay momentos especiales en la vida de los que nos rodean que merecen una celebración y en los que se vuelve la vista atrás y decimos ¡cuánto tiempo ha pasado sin darnos cuenta y cuántos momentos para recordar!. Esto me ha pasado a mí y he aprovechado para ir guardando estos recuerdos en un álbum. Ahora le llaman scrapbook pero yo le llamo un "álbum de recuerdos".
Buscad un buen motivo y con alguna inspiración de la red podéis crear un regalo único.Yo me he inspirado en los collages de Peter Beard. Para empezar aquí tenéis algunas ideas.
Si no queréis estropear las fotos con pegamento o con cinta adhesiva de doble cara podéis hacer unas esquinas de cartulina que además servirán para decorar. Aquí os dejo el enlace de donde os podéis descargar varios modelos de esquinas.
Y recordad que el álbum no sólo es de fotos. Es de recuerdos y cualquier cosa nos puede transportar a esos momentos tan queridos (una prenda de ropa, un dibujo, unas pegatinas, la tapa de un libro, las hojas escritas de una agenda, un posavasos, una entrada de cine...).
Y recordad que el álbum no sólo es de fotos. Es de recuerdos y cualquier cosa nos puede transportar a esos momentos tan queridos (una prenda de ropa, un dibujo, unas pegatinas, la tapa de un libro, las hojas escritas de una agenda, un posavasos, una entrada de cine...).
Por supuesto puedes utilizar perforadoras con diferentes formas según el estilo que quieras darle al albúm. En mi caso sólo he utilizado una perforadora que redondea las esquinas de las fotos. Las venden en cualquier librería.
También es muy útil un rotulador permanente para escribir encima de las fortos. Y para poner fechas ha quedado muy chulo imprimirlas con tinta y un timbre fechador que también lo venden en papelerías. Le da al álbum un toque retro.
Y sobre todo no se os olvide hacer un apartado o sobre al final del álbum por si hay cosas que no hayáis puesto visibles pero que son importantes de guardar. Además yo he dejado hojas en blanco para ir añadiendo recuerdos.
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