Hacía tiempo que no veía una película que me dejara con ganas de más. La última versión de la novela de Tolstòi es un peliculón como los de antes que te tiene enganchado a la pantalla sin poder quitar la vista porque cualquier detalle es imprescindible. El director Joe Wright sorprende con una puesta en escena donde cine y teatro se confunden. Los actores, el vesturario, los decorados, la música, los gestos ...todo forma parte de una coreografía donde el ritmo trepidante te lleva de una historia a otra y donde Anna, la actriz Keira Knightley, brilla con luz propia. El vesturario me ha dejado con la boca abierta, no en balde su su diseñadora de vestuario, Jacqueline Durran se llevó el Oscar. Como necesitaría varias entradas para reproducir los vestidos os voy a dejar con algunas imágenes de las joyas y de algunos de los tocados.
Como veréis en las imágenes que os dejo todo es a lo grande. Las joyas son de la colección de alta joyería de Chanel.
Un complemento imprescidible en la época son los tocados tando de pieles, como los recogidos para las fiestas o los sombreros donde nunca faltan las plumas.
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