No hay viaje que se precie sin su lote de recuerdos. La mayoría quedan olvidados en carpetas o cajas y acaban perdidos. Algunos más previsores o quizá más románticos dejan su viaje plasmado en un cuarderno de viaje. Algunos son verdaderas obras de arte como los cuadernos del fotógrafo Peter Beard. Fue su madre quien cuando él tenía 11 años lo obligó a escribir un diario íntimo durante sus vacaciones en Long Island. Y medio siglo después sigue llenando las páginas de sus cuadernos de fotos, recortes de periódico, letras, cómic, semillas...verdaderos collages.
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