Tenía un cesto de mimbre que usaba para la ropa del baño y estaba estropeado. Lo he pintado y se ha quedado como nuevo. Primero lo he limpiado con un paño impregnado en agua con amoniaco y luego lo he pintado con pintura a la tiza. Yo he utilizado la marca Chalk que cubre muy bien, no necesita una imprimación previa y tiene una gama de colores muy bonita. El color que he elegido ha sido el verde menta combinado con un blanco nieve. Después le he dado una fina capa de barniz mate aunque también lo puedes hacer con cera.
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